Para mejorar significativamente la condición de un paciente con osteocondrosis cervical, a menudo se utiliza la fisioterapia (PT). Ayuda a eliminar muchos de los síntomas de esta desagradable enfermedad.
¿Cómo ayudan exactamente los ejercicios?
La terapia con ejercicios regulares para la osteocondrosis cervical fortalece los músculos, alivia los espasmos musculares, aumenta la circulación sanguínea y mejora el estado de los discos intervertebrales. Si elige el conjunto de ejercicios adecuado, le ayudará a deshacerse de las sensaciones desagradables que a menudo acompañan a la osteocondrosis cervical. Estos incluyen dolores de cabeza, dolor en hombros y brazos y mareos.
No siempre es posible contactar a un especialista. En principio, no supone ningún problema realizar fisioterapia por tu cuenta. Estos ejercicios se pueden realizar fácilmente en casa. Hay series sencillas de ejercicios que incluso un principiante puede realizar. Uno de estos complejos se presentará a continuación.
¿Qué no debemos olvidar a la hora de realizar una terapia de ejercicios para la osteocondrosis cervical? Al realizar ejercicios del complejo de fisioterapia para la osteocondrosis cervical, no olvide las siguientes reglas. Esto es importante para su propia seguridad. Los ejercicios sólo serán efectivos si se hacen correctamente. Además, realizar los ejercicios de forma incorrecta puede causar graves daños a la columna.
Contraindicaciones de la terapia con ejercicios para la osteocondrosis.
- No se pueden realizar ejercicios durante la fase aguda de la osteocondrosis. Es inaceptable realizarlos mediante el dolor.
- Realiza los movimientos lentamente, no hagas movimientos bruscos.
- Recuerda que si tienes osteocondrosis cervical, no puedes realizar movimientos circulares con la cabeza. Además, no eches la cabeza hacia atrás.
- No se deje tentar por los anuncios de dispositivos de tracción cervical. No es seguro utilizar dichos dispositivos sin consultar a un especialista. Un simple descuido puede provocar lesiones graves.
- Si le han diagnosticado una hernia intervertebral, ¡es inaceptable realizar estos y otros ejercicios sin consultar a un médico!
Un complejo aproximado de terapia con ejercicios para la osteocondrosis cervical en la etapa no aguda.
Deberías empezar con un calentamiento. Puede utilizar caminar regularmente en el lugar como ejercicio de calentamiento. Será eficaz caminar primero con el pie completo y luego con los dedos y los talones. En este caso, los brazos deben estar relajados, colgando libremente, los hombros deben estar estirados y ligeramente bajados. La duración del calentamiento es de 2-3 minutos.
1. Ejercicio destinado a relajar los músculos del cuello.
Párate derecho. Tus brazos deben colgar libremente a lo largo de tu cuerpo. Aprieta los puños, tensa los brazos. Al mismo tiempo, baje los hombros y los omóplatos y enderece la espalda. Mantén la tensión durante 30 segundos. Luego relájate y deja que tus brazos se balanceen libremente.
2. Inclinación de la cabeza hacia un lado
Este ejercicio se puede realizar ya sea de pie o sentado.
Incline suavemente la cabeza hacia un lado (bajando la oreja hacia el hombro). Sienta cómo se estiran los músculos del cuello. Mantenga esto durante 10 a 15 segundos. Luego regresa lentamente a tu posición inicial e inclina la cabeza hacia el otro lado. Es muy importante realizar este ejercicio con el mayor cuidado posible para evitar el dolor.
3. Girar la cabeza hacia un lado
Este ejercicio se puede realizar ya sea de pie o sentado.
Inclina la cabeza hacia abajo. Intenta tocar la cavidad yugular con la barbilla. Gira la cabeza hacia la derecha, como si deslizaras la barbilla por la parte superior del esternón. Permanezca en esta posición durante 3 a 6 segundos. Luego gira lentamente en la otra dirección. Repita este ejercicio en cada dirección de 5 a 7 veces.
4. Sube y baja los hombros.
Puedes realizar este ejercicio ya sea de pie o sentado.
Levanta los hombros lo más alto posible sin moverlos hacia adelante. Bájelos, retírelos ligeramente hacia atrás, como si los enderezara. Repita de 6 a 8 veces.
5. Mueve los hombros hacia adelante y hacia atrás.
Este ejercicio se puede realizar ya sea de pie o sentado.
Posición inicial: hombros libremente enderezados y bajados. Levantamos los hombros y los hacemos avanzar. Luego debes volver a la posición inicial. Echa los hombros hacia atrás, intenta cerrar los omóplatos. Regresar a la posición inicial. Repita el ejercicio de 6 a 8 veces.
6. Inclina la cabeza hacia adelante
Este ejercicio también se puede realizar ya sea de pie o sentado.
Doble el cuello hacia adelante y baje suavemente la barbilla hacia el pecho. Entonces necesitas enderezarte lentamente. Repita el ejercicio de 6 a 8 veces. Importante: ¡mantén la espalda recta!
7. Mueve los brazos hacia atrás
Realizamos este ejercicio de pie o sentados.
Extiende los brazos hacia los lados, baja los hombros. Presione los omóplatos hacia la espalda. Los brazos rectos extendidos se moverán ligeramente hacia atrás. Regresar a la posición inicial. Repita el ejercicio de 6 a 8 veces. Al realizar este ejercicio, debes mover los brazos lo menos posible y tratar de utilizar solo los músculos de la espalda.
8. Gira los cepillos.
Brazos a los lados, hombros hacia abajo. Doble los codos y apriete los puños. Haz 4 rotaciones circulares en la articulación de la muñeca, sin bajar los codos, en una dirección, luego 4 veces en la otra. Repita de 4 a 6 veces en cada dirección.
9. Gira los codos
La posición inicial es la misma que en los dos anteriores. Realiza 4 rotaciones circulares en la articulación del codo en un sentido y en el otro. No es necesario bajar los codos. Repita de 4 a 6 veces en cada dirección.
10. Gira tus hombros
Extiende los brazos hacia los lados, baja los hombros. Realice 4 rotaciones en la articulación del hombro en cada dirección. Repita de 4 a 6 veces.
11. Subir y bajar las manos.
Relaja tus hombros y brazos. Levantamos las manos y luego las bajamos libremente. La respiración debe ser libre y relajada. Repita de 4 a 6 veces.