La osteocondrosis se refiere a enfermedades degenerativas de la columna, que incluyen distrofia, deformación y borrado gradual de los discos vertebrales. Esto puede provocar dolor, una serie de consecuencias desagradables y, en casos avanzados, incluso discapacidad. Es importante prestar atención a su salud y consultar inmediatamente a un médico si aparecen síntomas sospechosos.
La columna cervical y torácica se ve afectada con menos frecuencia que la columna lumbar, pero la aparición de osteocondrosis en estas zonas puede tener consecuencias graves. Debido a la proximidad de la columna cervical a la cabeza, a veces se produce una interrupción del suministro de sangre al cerebro, lo que conlleva muchas complicaciones. Además, los cambios pueden provocar daños en las raíces nerviosas, provocando que el paciente sienta dolor intenso y entumecimiento.
Razones de la apariencia
La osteocondrosis afecta a un gran número de personas, especialmente hoy en día, cuando los habitantes de las ciudades carecen en gran medida de actividad física, nutrición y postura adecuadas. Las razones que pueden provocar el desarrollo de osteocondrosis de las regiones cervical y torácica incluyen:
- cambios relacionados con la edad;
- predisposición genética;
- estilo de vida sedentario, inactividad física;
- trastornos de la postura;
- exceso de peso grave;
- lesiones;
- sobrecarga;
- pie plano y otras imperfecciones del sistema musculoesquelético;
- estrés y malos hábitos;
- hipotermia de la espalda y exposición prolongada al frío.
Recientemente, la osteocondrosis ha comenzado a observarse cada vez más en los jóvenes, lo que se asocia principalmente con un estilo de vida poco saludable.
Síntomas de la osteocondrosis cervicotorácica.
Como la mayoría de las enfermedades crónicas, la osteocondrosis de las regiones cervical y torácica es bastante insidiosa y no aparece de inmediato. En las primeras etapas, es posible que el paciente no note nada más que molestias periódicas en la columna, pero a medida que avanza la enfermedad, los síntomas empeoran:
- dolor en la cabeza o el cuello, que a veces llega hasta la cintura escapular y las extremidades superiores y, según el curso de la enfermedad, puede ser agudo y doloroso o doloroso, sordo, manifestándose en períodos;
- mareos, discapacidad visual y audición, coordinación de movimientos;
- entumecimiento, ardor o hormigueo en las extremidades superiores;
- astenia, fatiga, pérdida de capacidad de trabajo normal;
- Neuralgia intercostal, dolor en el corazón, caída de presión.
La mayoría de los síntomas negativos son causados por el hecho de que las áreas de deformación de la columna vertebral apretan los vasos sanguíneos y las raíces nerviosas, como resultado, su funcionamiento normal se altera. Posteriormente, tales complicaciones pueden conducir a un mal funcionamiento en el cuerpo e incluso a la discapacidad, si no comienza el tratamiento oportuno.
Diagnóstico y tratamiento
El médico comienza a sospechar la osteocondrosis en el paciente sobre la base de sus quejas y la anamnesis recolectada. Para confirmar o refutar el diagnóstico, el especialista prescribe medidas de diagnóstico, la principal de las cuales es la radiografía de la columna en una proyección directa y lateral. Para obtener información más detallada, se llevan a cabo CT y MRI: ayudan a rastrear las complicaciones en el tiempo.
Con la osteocondrosis de la columna cervical y torácica, el tratamiento se prescribe integral. Como regla, incluye varias direcciones principales:
- La terapia farmacológica es principalmente analgésicas y antiinflamatorias, que permiten reducir el dolor; Además de ellos, los espasmos musculares, los condroprotectores para fortalecer el tejido cartilaginoso y las vitaminas B a menudo se prescriben para eliminar el estado de tejido nervioso;
- La fisioterapia incluye masajes y otros procedimientos (ultrasonido, magnetoterapia, etc.) destinado a mejorar el estado de la columna y eliminar la limitación de la movilidad;
- La educación física terapéutica le permite activar el flujo sanguíneo, fortalecer los músculos, eliminando así el exceso de carga en la columna, llevar el cuerpo a tono y ajustar la postura; También ayuda a reducir la presión sobre las raíces de los nervios.
El procedimiento para estirar la columna se aplica periódicamente, con el objetivo de devolverle la forma original.